Coronavirus y la economía
La irrupción del coronavirus en la vida pública del mundo ha sido el pretexto ideal para hablar de quienes siempre tenemos algo que decir sobre lo que acontece, analizándolo desde lo sanitario hasta conspiracionista e incluso desde cualquier enfoque ideológico.
Una de las aristas más importantes de estos análisis es la que tiene que ver con el aún incierto impacto económico que tendremos una vez superada la pandemia. Particularmente porque me involucro en el comercio de artículos importados de china, y por la cercanía que tengo con muchos pequeños comerciantes y emprendedores.
Al respecto diarios especialistas y otros no tanto, han venido dando cuenta de sucesos no vistos antes en los últimos 30 años: caídas históricas en las principales bolsas de valores del mundo, miles de millones de dólares perdidos en minutos en los mercados financieros y desplomes ahí donde el virus comienza a hacer más daño.
Al nivel del consumidor, el fin de semana y a lo largo de varios días hemos sido testigos de cómo en varias partes de México y el mundo, la gente abarrotaba los supermercados haciendo compras irracionales de artículos de higiene y aseo. Así vemos cómo el miedo recorre el mundo desde el pequeño consumidor hasta el gran inversionista., orillándolos a actuar pero sin saber exactamente qué hacer.
Detallas los puntos bien, tal cual es. Y en mi caso, sin ser experto en economía ni mucho menos, debo decir que no hace falta serlo para saber que si se hubieran tomado medidas más estrictas desde el principio, que el anuncio de la pandemia no estuviera lleno de contradicciones y desestimaciones, se habría minimizado el tiempo de inactividad, y por ende, minimizado también el impacto en las finanzas de todos, en todo nivel. Porque esta vez sí que nadie ha escapado de resentirlo en mayor o menor medida.
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